lunes, 10 de agosto de 2009

A un paso

Caen las flores como pétalos
al agua que lleva el río
durante la temporada de estío
y que riega los campos,
les da ese baño a fresco
y ese aroma tan particular
que alivía la sonrisa
con la sorpresa de sorprender
el olfato y embriagarlo
entre las fresas y las cerezas
que de tan silvestres y pequeñas
causan una exitación
que viene fuera de la serie
que proveé la natura en el ser.

Que dirá, que diría
que pensará de lo que pasaría
a lo mejor y quiza
nadie se arrepienta del deleite
que hubo saliendo del vapor
que enaltecia la precensia
de la belleza, dentro de un plato
o de la delicadesa
de cada cucharada.

Y de repente la noche sorprende
a la luz que va siendo extinguida
ahora toda señal de vida
se da dentro de una baraja
que vadando paso
a que poco a poco
desaparezca señal de lo artesanal
que venia sobre la piel.

Me pregunto ¿cuántos escalones
son necesarios para conocer
cada rincón que hay en ti?
puede que pueda contar de uno en uno
pero me elevo entre el aire
que recorre mi cuerpo
guiado por tu aliento
que me envuelve en una capa de besos.

Ahora se que soy un extranjero
que tiene que transgredir
la frontera que hay entre las sábanas
entre mis manos y tu sonrisa,
entre la vida y el sueño,
puede que todo esto sea así
una linda ensoñación que ahí esta,
fija en mis pupilas que se dilatan
al ver tanto espacio
y tan lejano donde quiero estar,
tú mirada me dice acercate,
mi cuerpo tiembla, a cada centímetro
que se va acercando,
el nervio de lo que pueda pasar.

Ahora es cuando pierdo el sentido
como es que este lugar
se me hacen como héctareas
para llegar a tus brazos
y como universos para tener tus labios,
el cuerpo se hace pesado,
no respondemi tacto,
como acariciar tu cuerpo
sin echar a perder lo mágico,
como desifrar el codigo dentro de ti,
poco a poco rozando tu piel
tomando confianza y tus manos
en mi pecho un encanto,
lu piel con mi piel la gloria
y el cielo encantador
de tus brazos rodeandome.

Las horas pasan como segundos,
recorrer tu cuerpo en cada poro
en cada gota de sudor compartido
en cada mililitro de saliva
que ayuda a hidratar
estos cuerpos que arden juntos
que nada los puede detener,
encontrarse que la mano de uno
era la extensión del otro
es dejar mucho a la imaginación,
más que entregarse el uno al otro
fue como encontrarse en cada caricia
descubrirse con cada beso
desnudarse con cada sonrisa.

El amanecer ya esta pronto
y tu como amazona
buscando el horizonte
al galope de cada respiro
y con tu aliento agitado
por la forma en el fondo,
vislumbra que el tiempo
se puede reducir a nada
llegamos al lugar exacto
y no queda más que buscar
la felicidad del nuevo día
recogidos en un abrazo.

Darío Olguín

1 comentario:

Alejandra Jael* dijo...

Hola Darío (y no te digo por tu nombre por que esté enojada contigo)
pase por acá despu´s de un ratototte por lo menos para que tus letras me acompañen, te extraño tanto... en fin me encanta tu estilo, tu corazón, tu ser, tus desquicios, cuidate mucho y espero que sigas acompañandome con tus letras aunque ya hayas olvidado mi nombre...