Y ver como arde
en la noche sin fin
aquel enamorado insecto
que de la luna
quería tener descendencia.
Hoy le ha mirado la suerte
con un poco de burla
y en su desdichada desgracia
hizo reir a un jabali
que daba cuenta del recuerdo
de un venado cola blanca.
Vale, vale insecto
es hora de despertar
qeu de tant dormir
querías a la luna enamorar
y de un beso todo en ella tragar.
Darío Olguín
jueves, 18 de septiembre de 2008
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1 comentario:
...mmmm
me agrada mucho como escribes cuando la humedad nos alcanza, cuando la llovizna se lleva el dolor y la neblina nos devuelve el recuerd,
sus letras como pocas me hacen pensar, en lo lindo de la vida y lo maravilloso de la soledad...
andaba por aki (de metiche ya sabes) y me dió por leerte... un abrazo y me encanta que tu viaje sea hermoso...
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