quiero que la sombra de mis ojos
desaparezca junto al alba;
lograr una devoción irreversible
añorar el día en que ya no habrá mañana.
Quizá lograr que respire un poco más
Una bocanada hace el humo más seco
Ahora buscando entre mis escombros
Encuentro sólo una foto, de un hombre sólo
Pero un poco más acompañado que hoy.
Ahora bien por quien reir
A donde llorar las lagrimas de azúcar
Toda la miel se ha derramado
Sobre una base de veneno;
Inconsciente de lo que pudiera pasar
No pude más que caminar mis pasos
Y aprenderme el camino sin regreso
Y una y otra vez pasar el mismo pantano,
ya no hay más remedio que la herida
quien podrá dotarme de ella
fiel droga que no me deja vivir en paz,
quizá con un poco de suerte mañana sea ayer
y pueda lograr que en mis ojos
se refleje algo más
que un vacio que no logra terminar.
Darío Olguín
miércoles, 20 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)